La Real Academia de la Lengua Española define el término "botín" como "Beneficio que se obtiene de un robo, atraco o estafa". ¿Estará en esa definición el "trabajito" valorado en un millón pero facturado en seis? ¿Y el colegio que se inicia pseudo licitado en tres kilos y acaba, sin saber nadie por qué, en cinco y medio? ¿Y el gran palacio diseñado para gastar 100 y al final se traga 270 millones? ¿Será todo eso parte de un gran botín del gran festín de ladrillos y cemento que vivimos en nuestra costa mediterránea?

Parece ser que el botín asciende a 2.500 millones de euros. Pues bien, como las órdenes de ayudas y subvenciones para las personas con discapacidad suelen resolverse con el 10% de lo solicitado o, lo peor, con cero euros, me constituyo en el Robin Hood de la Comunidad Valenciana y procedo al reparto del suculento botín, recuperado de las garras de los piratas, corsarios y filibusteros del presente.

Vayan para residencias y diversos centros de atención en las tres provincias, 800 millones. El CERMI, para que lo distribuya entre sus federaciones, reciba 300 más. La eliminación de barreras obtendrá 200 millones. Para rehabilitación gratuita y material ortoprotésico 100 millones. La adaptación del transporte público, pero de verdad, recibirá 100 millones más y la accesibilidad al ocio, la cultura y el deporte otros 100 millones de Euros. Para equipar adecuadamente a todas las asociaciones de discapacitados y cubrir los gastos de sus programas al cien por cien, destinaremos otros 300 millones. Para adaptar las viviendas olvidadas por el Consell utilizaremos 200 millones más y otros tantos para crear los pisos tutelados que quedaron en palabras. Y los últimos 200 millones los dedicaremos a la creación de centros especiales de empleo. Las administraciones públicas del Consell no podrán tocar ni un euro; no sea caso que provoquen sobrecostes y quede todo mi plan en agua de borrajas.

Así y todo, "quedará mucho por hacer", como se dice. Pero antes, ¡hay que saber dónde están esos 2.500 millones! Seguiremos buscando sobrecostes y redistribuyendo los botines ladrilleros que vayan apareciendo por debajo de las alfombras para descubrirlo.

Diputado de las Cortes

Valencianas por el PSPV-PSOE