Los olivos milenarios que pueblan el interior de nuestras comarcas siguen siendo víctima de transacciones comerciales que acabarán con su venta a compradores de diferentes puntos de España y Europa. Incluso, en algunas ocasiones, son trasladados hasta diferentes puntos de China como elementos ornamentales. La aprobación de la ley que pretende proteger estos y otros árboles emblemáticos de la Comunidad Valenciana aún no ha entrado en vigor, por lo que se han incrementado la picaresca para evitar sus posteriores efectos punitivos.

La mayoría de estos árboles, alrededor de 250 en toda Comunitat Valenciana, se encuentran en las comarcas del Maestrat, donde gentes como Ramón Mampel y otros intentan evitar su desaparición.

La falta de rentabilidad ha llevado a muchos agricultores de la zona a aceptar interesantes ofertas económicas por estos olivos, puesto que no existía ningún tipo de compensación que les hiciera viable seguir cultivándolos profesionalmente. La Conselleria de Territorio ha conseguido sacar adelante una ley avalada por todos los partidos políticos, ahora hace falta publicarla en el DOGV para que entre en vigor. Cuanto antes.