Los escolares del Bernat Artola, así como sus familiares, tuvieron dificultades para acceder al colegio, debido a que la esquina que comprende las calles Rafalafena y Columbretes se encontraba totalmente anegada por el agua. Un enorme charco que entorpeció también el tránsito de vehículos. Lo más curioso es que recientemente se han realizado obras en dicho entorno para sustituir aceras y mejorar los accesos. Alguien debería revisar el alcantarillado.