Peñíscola celebra durante estos días las fiestas mayores dedicadas a la Mare de Déu de l´Ermitana. La devoción que el pueblo tiene a la Mare de Déu se transmite entre generaciones y se intensifica todavía más durante los actos de las fiestas de septiembre. El reconocimiento a la virgen es continuado con actos populares, religiosos y lúdico-festivos pero es tanta la entrega de un pueblo a su patrona que con el deseo de distinguirla será nombrada por petición popular Alcaldesa Honorífica de Peñíscola.

Con las fiestas patronales los peñiscolanos retomamos nuestros orígenes e intensificamos nuestro sentido de pertenencia. Pero además son motivo de reencuentro con amigos y familiares que regresan a Peñíscola los días de la patrona para reunirse con aquellos a los que quieren y vivir sus fiestas. Son días de recuerdos, de confidencias y añoranzas pero es tiempo también para comprobar que nuestras tradiciones tendrán continuidad en el tiempo.

Los peñiscolanos compartimos nuestras más arraigadas tradiciones con los visitantes y turistas que se acercan a conocer nuestras fiestas declaradas de Interés Turístico Nacional y logramos contagiarles de la emoción que sentimos cada 8 y 9 de septiembre cuando suena la música de les danses frente al ermitorio de la Mare de Déu. Los bous al carrer, las verbenas populares, las notas de la banda de música y las charangas, los desfiles de moros i cristians y la multitud de actividades festivas son vividas por los peñiscolanos junto a los turistas.

Los peñiscolanos vivimos hoy el día más grande y queremos compartir con quienes lo deseen ese sentimiento que nos une y que hace que cada 9 de septiembre recuperemos nuestra esencia de pueblo marinero y ahora turístico. Estáis todos invitados a descubrir nuestras fiestas.

Alcalde de Peñíscola