El armisticio firmado en el Salón de los Espejos de Versalles dio fin a la I Guerra Mundial el 28 de junio de 1919. Al día siguiente, el primer norteamericano que entró en Alemania fue Roy Holtz conduciendo una Harley-Davidson. Su ejército había comprado 20.000 y en la II Guerra Mundial, 90.000. Dos veinteañeros, William Harley y Arthur Davidson, en el garaje de este, construyeron la primera en 1903. En los años 60, cuando las Honda, Yamaha y Kawasaki inundaron Estados Unidos, la venta de Harleys decreció y la empresa entró en crisis, hasta que en 1981 un nuevo grupo, entre ellos el nieto de uno de los fundadores, William Davidson, la reflotó con mejores diseños, calidad en los componentes y fidelización de sus clientes. "No hay dos iguales --decía un motero en la última concentración de 3.000 Harleys en el Grao de Castellón--, todo lo que le pongas le sienta bien". Visten y calzan de cuero negro con clavos planteados. Todo lo que les rodea lleva el logo de la marca.

Fue la moto de los chicos malos. Sobre ellas cabalgaban Elvis Presley, Steve McQueen, Dennis Hopper, Peter Fonda, Jack Nicholson. En Castellón aparecieron hace años Los Centuriones, algunos fueron condenados por una pelea con otra pandilla. El día de la apelación entraba por las ventanas de la Audiencia de Valencia un sol adormecedor, mientras 14 defensores esgrimían machaconamente la presunción de inocencia de su respectivo cliente. Ya era la hora de comer cuando intervino el último, el defensor de Tolo: "Pido que condenen a mi cliente". Se despertaron. "Con tres heridos y tres acusados con arma blanca, no es posible la absolución de todos; en la sentencia apelada leí la especial condena a mi defendido, portador de navaja, por tres tentativas de asesinato, como a otros dos centuriones. Para condenar a los tres que llevaban navaja, por tres delitos cada uno, pensé que era necesario que los tres hubieran puesto las manos sobre una de las navajas y clavarla, como en las películas cuando todos le hunden la estaca a Drácula en el corazón; y después hacer lo mismo con otro herido y luego con el tercero. Inverosímil, era más lógico que cada uno hubiera lesionado, con su navaja, a cada uno de los tres lesionados ¡fue una riña tumultuaria!". Los magistrados comprendieron el desarrollo de la pelea, cambiaron la sentencia, condenaron a una sola pena a los portadores de navaja y absolvieron a los otros 12 acusados.

La empresa para fidelizar sus motos creó el Harley Owners Group, una federación de agrupaciones de moteros Harley. Hoy las conducen profesionales o gerentes, el 60% son graduados universitarios. Las mujeres también se han incorporado; hay clubs exclusivos para ellas. Desfilan y se escucha el ronrroneo de sus motores. Cuando se detienen, exhiben su Harley porque ser dueño de una de ellas no es poseerla, sino vivirla, practicar un código de honor, la camaradería y hermandad dentro y fuera de la ruta. El manifiesto futurista de Filippo Tommasso Marinetti, en 1909, anunciaba una nueva belleza. "Un automóvil rugiente, que parece correr sobre la ráfaga". Regularmente se concentran en el Grao y se pasean por la provincia, como por tantos lugares del planeta. ¡Pasan las Harley-Davidson!

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