La sinestesia consiste en la facultad de algunas personas de experimentar mezclas de sensaciones estimulares. La definición parece un poco farragosa por eso intentaremos ejemplificarla mejor. Los sujetos que padecen este problema ven colores (vista) cuando oyen números (oído), o bien al tocar algún tejido (tacto) les hace sentir el sabor de algún determinado alimento (gusto). Curioso verdad, pues afecta a un 1% de la población mundial.

Todavía son más originales las características del problema. Por ejemplo, las percepciones son individuales, es decir, cada uno tiene sus propios colores, sabores y formas asociadas. O sea, que para uno el número 12 puede evocarle el color rojo y para otro el verde. Tampoco hay reciprocidad. En lo que sí coinciden todos es en que un estímulo se experimenta siempre con una misma respuesta, desde la infancia hasta la madurez.

Las sinestesias más frecuentes aunan percepciones visuales y auditivas, de modo que los sonidos, las palabras o la música evocan simultáneamente la visión de colores: cuando ven un número les viene una melodía o un color determinado. Por los resultados obtenidos en ciertas investigaciones, se cree que el origen del problema está en la más tierna infancia. Al parecer, los bebés perciben de forma sinestésica y en tanto el cerebro va madurando se va separando la percepción de los diferentes sentidos. Por lo visto, en los sinestésicos esta separación sensorial no se lleva a cabo. Personajes como el escritor Vladimir Nabokov (Lolita), el músico Nikolai Rimsky-Korsakov (El vuelo del moscardón), el poeta Charles Baudelaire (Flores del mal), el pintor Wasily Kandinsky (precursor del arte abstracto) y el compositor Olivier Messiaen(Cuatro meditaciones sinfónicas) han padecido esta enfermedad fomentando la idea de que la capacidad creativa de los pacientes sinéstesicos es superior al resto de mortales. Lo que sin duda es una ventaja es que para ellos la página de un periódico nunca es negro sobre blanco, sino una paleta multicolor.Psicólogo clínico