Decía Winston Churchill que solo se fiaba de las estadísticas que había manipulado, toda una declaración de comportamiento político que se sustenta en falsear la realidad para adecuarla a los intereses partidistas o particulares del manipulador. Desgraciadamente vivimos en una sociedad en la que esta actitud se ha convertido en la norma y los sufridos ciudadanos, digo sufridos porque nos hacen vivir en una burbuja de fantasía en la que creemos que somos lo que en realidad no alcanzamos a ser o que tenemos lo que en realidad no es nuestro, por ejemplo: pensamos que somos propietarios de nuestras viviendas cuando la realidad es que por obra y magia de las hipotecas, los verdaderos dueños son los bancos. El caso es que los sufridos ciudadanos estamos sometidos a un falseamiento de la realidad constante que tiene como artífice a poderosos y medios de comunicación, sin citar a las grandes manipuladoras de conciencias que a lo largo de los siglos han sido y son las iglesias de diferentes religiones.

Solamente tenemos que rascar en el entorno político que nos rodea para darnos cuenta de que el afamado Churchill escondía una gran lucidez tras su británica ironía. Fíjense en algunos ejemplos: mientras el Ayuntamiento de Castellón bloquea desde el 2005 la ordenanza solar para edificaciones, lo que no dice mucho a su favor sobre la preocupación que tienen por el medio ambiente y la sostenibilidad de la ciudad, la Federación Española de Municipios y Provincias nombra al vicealcalde Javier Moliner representante del Ayuntamiento de la capital en la Red Española de Ciudades por el Clima; uno piensa, cómo va a limpiar la calle el que tiene su casa llena de polvo.

Otro asunto: los responsables del fracaso electoral y social del socialismo valenciano nos quieren hacer ver que es mejor que ellos sigan al frente del PSPV para obtener un buen resultado en las próximas elecciones generales.

Más: tras el atentado de ETA en Durango, la derecha mediática se ha lanzado a señalar con el dedo a Zapatero como responsable indirecto por haber intentado la paz, falseando datos y olvidándose que ellos también lo intentaron, pero nadie se pregunta qué hubiera pasado con el proceso de paz si el PP en vez de bombardearlo hubiese sido leal al Estado apoyando al Gobierno.

Verán que nada es lo que parece ni se pretende.

Licenciado en Historia