Ese es el lema que presidirá el XVI Congreso Nacional del Partido Popular que arranca mañana en Valencia y que tiene como objetivo fundamental revalidar el compromiso de nuestro partido con la sociedad española. El Partido Popular es la formación política más importante de España, con más de 700.000 militantes, y eso hace que la responsabilidad a la hora de acertar con el rumbo que tomemos a partir de este fin de semana sea todavía mayor

El IX Congreso Nacional celebrado en 1989 supuso la constatación del final de un ciclo dominado por la hegemonía de la izquierda y el inicio de la andadura de una formación que ha sabido conjugar las principales corrientes de pensamiento de la Europa democrática y liberal. Aznar construyó la unidad del centro derecha español que no se había producido antes y emprendió el camino hacia el Gobierno de España gracias a una acertada estrategia de giro al centro que homologó al PP con sus homónimos europeos y gracias a una profunda renovación política que afianzó más aún su liderazgo.

La llegada del PP al Gobierno en 1996 supuso la entrada de aire nuevo, de un impulso reformador que transformó la realidad política y social de España gracias a ocho años de crecimiento económico. Fueron años de reformas estructurales intensas e innovadoras que supieron encauzar la madurez de una sociedad civil inquieta y creativa que demandaba oportunidades. El PP supo conectar con ese deseo profundo de cambio y fue capaz de convertir el pesimismo y la resignación en confianza y dinamismo. Los ciudadanos tomaron conciencia de sus propias capacidades y de las de España como nación, recobraron la autoestima y fueron ellos, con la complicidad del Gobierno popular, los protagonistas de uno de los períodos más fructíferos de la historia democrática de este país.

Pero a pesar de los logros pasados, hoy no gobernamos y eso nos debe llevar a una reflexión serena y a concentrar mayores esfuerzos en la necesidad de transmitir ese proyecto atractivo, sólido, responsable y abierto a la sociedad que tenemos en nuestro partido. No solo debemos buscar la confianza de los españoles, tenemos que ganarnos su simpatía y ser capaces de transmitirles un proyecto político ganador. El PP se prepara día a día para recuperar el Gobierno de España. Y no solo porque nuestro proyecto es mejor y más sólido que el del Partido Socialista sino porque enfrente no hay nada. Grandes titulares y mucha propaganda que se diluye en la realidad diaria y se traduce en un presidente que practica el desgobierno porque ha perdido el pulso político.

La elección de Valencia como sede no es casual. Nuestra comunidad lidera esa forma de hacer política y de crecer juntos que reclamamos en el PP. El presidente Camps ha sabido conciliar la necesidad de que las administraciones públicas vayan de la mano de los ciudadanos. Identificamos su liderazgo porque sabe hablarnos con cercanía y claridad y eso se traduce en un idioma que entendemos todos porque vamos en esa dirección. Y ese es el reto que tenemos enfrente, porque todos somos necesarios. Los 700.000 afiliados del PP representamos el espíritu y la voz de nuestra formación y cada uno de nosotros la hemos defendido lealmente en condiciones muy difíciles y lo volveremos a hacer porque eso es lo que da sentido a nuestro compromiso político.

Por eso todos debemos participar de ese objetivo común que nos une, el compromiso con la libertad, la justicia y la solidaridad. El PP debe ser ese elemento de equilibrio que impida exclusiones en la sociedad y que responda a los desafíos y demandas de los ciudadanos. Los distintos puntos de vista, tan variados y ricos en matices como la propia sociedad española no deben traducirse en la falta de entendimiento sino más bien en la necesidad de un diálogo sincero que nos ayude a identificar mejor los sentimientos de todos. Y es por esto que debemos esforzarnos por abrirlo todavía más y convertirnos en un espacio común para todos los que apuestan por el progreso. Rajoy sabrá actualizar y renovar adecuadamente nuestro proyecto para España, sin mirar atrás porque el futuro está ahí. Empieza mañana. Vayamos a por él.

Compromisaria en el congreso del PP