En los aseos del palacio de la Diputación de Castellón, en el urinario de caballeros, se colocó un cartel con la leyenda "No funciona". A mano se ha ido añadiendo "hace 7 meses, hace 8 meses, desde octubre de 2007". Un año roto y sin visos que se repare. Esta realidad puede ser un símbolo de cómo la provincia gobernada por el Partido Popular, hace más de un año que no funciona. Vivimos en una quiebra institucional, en una quiebra social y frente a la crisis económica aportan tan solo palabras, algunas totalmente huecas y realizan todo lo contrario que recetan.

La quiebra institucional se nota día a día por el mal tono, el lenguaje bronco, a veces incluso barriobajero, insultos a dirigentes políticos de los que queda constancia en grabaciones, aunque no en las actas. Como demostró un programa de televisión nacional, "informar en libertad en Castellón, es peligroso".

Quiebra institucional cuando desde las instancias de PP se llama a la desobediencia civil, para aplicar una asignatura que pretende educar en los valores democráticos y constitucionales. Quiebra institucional cuando desde la alcaldía de Castellón se prefiere enfrentarse al Ministerio de Fomento que aporta una solución razonable al desdoblamiento de la CN-340 a su paso por Castellón y se monta el "pollo". Prima más el interés partidario que el de los ciudadanos y en este caso, por ejemplo defendiendo posiciones contrarias a las aprobadas hace unos años por el propio alcalde y teniendo que escuchar las críticas de los empresarios de Castellón que quieren una solución ya, o permitiendo el destrozo del Parque Ribalta por el paso del Tram, sin atender a las voces sociales e institucionales que desaconsejan este trazado.

Quiebra social alentando la desintegración de los menos favorecidos sean inmigrantes o pertenecientes a otras etnias o religiones.

Frente a la realidad económica, el PP gobernante en Castellón tan solo aporta recetas que ellos mismo no aplican. Las dos grandes propuestas para resolver la crisis económica son reducir impuestos y adelgazar los gastos de las Administraciones. En Castellón el Ayuntamiento incrementa el 12 % la presión fiscal, en basuras o IBI y mantiene el máximo legal en el impuesto a la construcción, ICIO. Cuando Rajoy reclama que el Gobierno de España reduzca asesores o gastos superfluos, cabría preguntarle ¿Cuántos asesores de los 16 que tiene el alcalde Alberto Fabra ha reducido o cuantos de los 32 ha disminuido Carlos Fabra? Ninguno. Tienen más asesores los Fabra, que el presidente del Gobierno.

Cuando salgan a la luz estas líneas lo socialistas valencianos estaremos inmersos en nuestro XI Congreso. Reconociendo las dificultades que hemos tenido, estoy esperanzado que del mismo saldrá un partido más cohesionado, una dirección más fuerte, un apoyo de todos a esta nueva dirección. Estoy convencido que de nuestra crisis saldremos con nuevo impulso para poder darles las respuestas que los valencianos necesitan. El "no funciona" del PP se va a superar con políticas sociales, trasparencia en la gestión, austeridad en el gasto o diálogo democrático. Mañana iniciamos una nueva etapa.

Secretario general A. Local y diputado provincial del PSPV-PSOE