Hace unos días visitó Castellón el ex ministro Jesús Caldera. Todos le recordamos por su incansable labor legislativa. Fue el impulsor de la ley de la dependencia, la ley de igualdad, la ley contra la violencia de género, la ley que regula el estatuto del trabajador autónomo, etc. Estamos ante uno de los gobernantes más representativos del compromiso con las versiones más avanzadas de los derechos sociales. La generación de leyes que aportó su gabinete --en tan solo una legislatura-- marcan el listón y la referencia histórica de nuevas conquistas que sitúan España en una posición de liderazgo y vanguardia internacional.

En su visita a Castellón, de la mano de los socialistas de esta provincia, desarrolló una brillante conferencia sobre la importancia de las ideas en tiempos de crisis.

En primer lugar, destacó que el origen de esta crisis no es tanto económico como de valores. Y es así por la interconexión que tienen ambas esferas. La dinámica económica y financiera no presenta vida autónoma desligada de los principios morales. Por activa o por pasiva, guardan estrecha relación. La caída del modelo económico en curso obedece a la ausencia interesada e inmoral de controles que frenaran la avaricia desmedida.

Cuanto más avanza el tiempo y la perspectiva sobre lo ocurrido permite análisis menos precipitados, asoma con claridad la codicia de unos pocos como causa mayor del desastre global.

La crisis se origina en los Estados Unidos e intoxica irremediablemente al conjunto del planeta. Ayer mismo trascendía nuevamente el escándalo de que incluso los primeros fondos asignados por el Gobierno norteamericano a las entidades financieras fueron derivados a incrementar los sueldazos de sus grandes directivos. Los mismos que permitieron la deriva del sistema en pleno festín neoconservador.

Efectivamente estamos ante una crisis de la política económica neoconservadora. La propiciada por aquellos que demonizaron el Estado y el papel de lo público.

El mercado, en circunstancias normales, puede que asigne adecuadamente los recursos, pero sin controles democráticos y transparentes, se larva un monstruo que acaba devorándolo todo.

Los mismos que censuraban los sistemas públicos de protección social y la existencia de normas reguladoras en los ámbitos laborales, etc, ahora suspiran por el auxilio estatal como tabla de salvación.

El Estado, bien entendido y en su justa medida, resulta imprescindible para garantizar un modelo que nos preserve del naufragio y la barbarie.

Sí, las ideas constituyen el mejor antídoto contra la crisis. Ideas para diagnosticar acertadamente las causas de lo sucedido en aras de evitar que se repita. E ideas para volver a repensar el mundo y esta provincia con mayores garantías de futuro y bienestar. Ideas para reinventar la economía provincial porque, cuando escampe la crisis, nada volverá a ser como antes. Necesitamos poner a punto los nuevos pilares sobre los que refundar el bienestar de una sociedad provincial emprendedora y con mimbres para reconquistar un punto de equilibrio que nos aleje del liderazgo español en la destrucción de empleo. Los socialistas hemos propuesto desde hace más de un año la necesidad de consensuar socialmente un Plan estratégico provincial para definir entre todos el futuro de Castellón. Los actuales dirigentes no se dan por aludidos. Ni están ni se les espera en esta tarea desafiante que tenemos por delante. Parece como si, tras el fracaso, no pudiesen intentar nada más porque, en realidad, ellos son parte esencial del problema y eso lamina toda posibilidad de asumir ser al mismo tiempo parte de la solución.

Las ideas son el motor del mundo. Lo mueven, lo transforman, lo salvan o lo quiebran. Ideas para un modelo económico con más controles democráticos y con mayores principios morales. El sistema que ha fracasado necesitaba concebir a los seres humanos como individuos que sólo podían ansiar maximizar beneficios y cultivar su supuesto egoísmo natural. Esa visión del sujeto humano también debe cambiar. Ya no sirve para fijar las bases de las nuevas reglas del juego. Ideas para cambiar el orden y la jerarquía de valores caiga quien caiga. Ideas que, sumadas al coraje de tenerlas, marcarán el devenir en todas partes.

Alcalde de Benicàssim y secretario general del PSPV-PSOE en la provincia de Castellón