Querido lector:

El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, se asemeja al Guadiana, aparece y desaparece de la vida política valenciana debido principalmente a su falta de plataforma política y mediática, en parte a causa de no tener plaza de diputado en las Corts, pero en gran parte por la ocupación que realiza de su espacio político el delegado del Gobierno, Ricardo Peralta --por ejemplo hoy sus fuertes declaraciones en relación al caso Gürtel-- gracias a la protección de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega.

Estas circunstancias podrían constituir una estrategia combinada de desgaste hacia el rival político, a fin de reservar para Alarte el discurso propio del PSPV y el alternativo al PP y al Consell, del que se está apropiando en algunos de sus términos más territoriales, como el agua o la reivindicación de infraestructuras.

No obstante, todo indica que no es así, principalmente por el aparente escaso apoyo que el secretario de los socialistas valencianos está recibiendo de Madrid y que ha propiciado que Alarte, con un carácter político más moderado, se esté volcando más en trabajar en la labor orgánica interna en el partido, motivo precisamente por el que visita hoy Castellón a fin de controlar la constitución del fundamental comité de listas de este próximo sábado.