José Luis Cuerda dirigió en 1995 una divertida comedia titulada Así en el cielo como en la tierra. En esta película se relata la peculiar vida cotidiana que hay en el cielo, pero en un cielo muy concreto, el de España. Esa parodia de la eternidad podría verse complementada por cómo sería la oposición de Castellón. Sería el conjunto perfecto para reír puesto que su actuación está entre la comedia de Cuerda y los monólogos de Gila.

Sus apariciones estelares desde el inicio de este mandato han estado caracterizadas principalmente por no tener ni idea de cómo funciona el Ayuntamiento. Esto les lleva día sí día también a caer en el más profundo ridículo al confundir modificaciones de crédito con descapitalizaciones, o a calificar de cuentas opacas a los asientos contables de la tesorera.

En el capítulo de críticas. En un vano intento de ser mordaces, desvelan que el Ayuntamiento invitó a una comida a cinco técnicos de otras capitales de provincia, y lo hacen casi a la vez de pasar a la intervención municipal la cuenta de una factura de un restaurante en Madrid, donde el concejal socialista Mario Edo, acompañado de algún asesor y concejal más, se despachó unos chorizos con sidra a razón de 60 euros el comensal.

La parodia socialista continúa y llevan varios meses criticando la adquisición de un vehículo de representación municipal. Ostentoso dicen, y lo hacen sin dar un vistazo a los antecedentes de su partido. Craso error, puesto que el portavoz socialista, Juan Mª Calles, se gastaba el mismo coche cuando fue subdelegado del Gobierno.

Y mientras el paro sigue incrementándose a rango de 6 parados por minuto y cuando las empresas cierran a razón de más de un centenar en el último año, hoy, jueves, en el pleno municipal, y gracias al Partido Socialista, no se hablará de la crisis, ni del paro, ni de generar planes económicos para la cerámica.

Hoy, la gran propuesta socialista para el pleno pasa por debatir sobre si hay que quitarle la medalla de oro de la ciudad a Franco. Una distinción que, por cierto, deja de ser efectiva a la muerte de la persona. Ya me veo sacando el acta de defunción del dictador y sorprendiendo a la oposición con el ya manido "Franco ha muerto".

Teniente alcalde de el Grao