Ya hemos pasado otra edición del FIB, la número 15, el evento más importante de los que se celebran en Benicássim, el que pone a esta población en el mapa internacional, miles de personas han pasado por aquí y conocen nuestras tierras, cantidad que cada año se acrecienta. Tienen una media de 21 años y la mayoría son extranjeros con predominio de anglosajones. Para los inglesitos unos días de sol, alcohol y playa siempre son una delicia y aunque como es lógico con tanta gente siempre hay problemillas especialmente el transporte, que si no eres andarin te lleva al colapso de tráfico y al polvo del parking, al que un asfaltadito o un riego no le vendrían mal. Algunos reclaman más localismo, sin embargo su principal virtud es la internacionalización y esa afluencia masiva de gente, que si no fuera por él no vendría, como sí lo hace habría que plantearse de un modo serio como se podría sacar un mayor provecho a la enorme publicidad que supone. La gente tiende a volver a los sitios donde ha sido feliz en su juventud y con el tiempo se magnifican los recuerdos, y los fibers van creciendo, evolucionando en sus gustos, ¿porqué no aprovechar su buen recuerdo para que vuelvan e incluso veraneen aquí?, chocamos con lo de siempre, tenemos poco que ofrecer, complejos turísticos de lujo, náuticos, los sempiternos campos de golf, una oferta gastronómica de calidad, infraestructuras de comunicación y otras tantas cosas nos vendrían muy bien, es una auténtica pena no aprovechar la estela del FIB para sembrar para el futuro y que una parte de esos muchos se conviertan en visitantes asiduos a lo largo de su vida. Es un enorme potencial que estamos perdiendo.

Notario