Querido lector:

La obra civil del aeropuerto de Castellón está terminada. Restan ahora varios meses de obras externas: el desvío de la línea de alta tensión; las conducciones para el suministro del agua; los accesos desde la autovía y desde la carretera a la costa (Torreblanca); algunas instalaciones auxiliares, la dotación de mobiliario, el personal... Y restan también los correspondientes permisos de Aena y la multi-supervisión de al menos 5 ministerios y otros tantos departamentos autonómicos. En total, de 6 meses a un año en función de muchas voluntades.

Es hora, por tanto, de poner valor una infraestructura básica para nuestro futuro económico y de ir ultimando la multitud de gestiones realizadas en los últimos años para dotarlo de contenido, de turistas y usuarios en general de forma regular. El ejemplo de Peñíscola, donde el sector turístico se ha unido para conseguir a los 30.000 austríacos, es el primero de los lotes negociados al que deben seguir más con Oropesa, Vinaròs, Sant Jordi, Alcossebre, Torreblanca... Hay que ir haciendo camino en los próximos años, promocionando la creación de oferta (hoteles, campos de golf, náutica, oferta interior...). Hay que crear expectativas, generar inversión privada, vender el producto... Es hora de trabajar.