En multitud de ocasiones hemos visto en los medios de comunicación noticias sobre viviendas incendiadas por despistes o por diversas razones que se podrían haber evitado. Lo primero que se debe tener en cuenta para evitar un incendio es utilizar, preferiblemente, sistemas de calefacción que no tengan puntos de ignición. En caso de usar calefacción con este sistema, se tiene que estar siempre vigilante, retirando todo aquel material combustible que pueda estar próximo a la fuente de calor. Asimismo, se debe mantener a los niños fuera del alcance de los citados puntos de ignición, para que no ocurran accidentes. Además, si se emplean elementos como el gas carbón, hay que mantener una adecuada ventilación y, si se notan síntomas de dolor de cabeza, se deben abrir ventanas y apagar la calefacción. También hay que tener cuidado con las estufas de carbón, eléctricas y de gas, procurando que no estén próximas a visillos y cortinas. Por último, se deben tomar precauciones para evitar el envenenamiento por uso de braseros de picón o estufas de leña, carbón o gas, en lugares cerrados sin renovación de aire.

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