Un abrazo sincero suele durar entre tres y ocho segundos. Pocas cosas en la vida pueden beneficiarnos tanto en tan poco tiempo y sin costar nada. El contacto físico es imprescindible para conseguir el equilibrio físico y psicológico. Emocionalmente, un abrazo relaja, reduce la tensión y fortalece la autoestima. Fisiológicamente, soluciona el problema de insomnio, desbloquea el cuerpo e incluso retarda el envejecimiento.

Los expertos aseguran que se necesitan cuatro abrazos diarios para sobrevivir, ocho para mantenerse bien y una docena para crecer como ser humano. En ocasiones, mediante el abrazo, podemos manifestar un sentimiento (alegría, aceptación, apoyo, protección, cariño…) que cuesta expresar con palabras, ya que tiene la misma influencia que 1.000 palabras. Además, al igual que la sonrisa o la música, se trata de un lenguaje universal, pues significa lo mismo en cualquier lugar del mundo y en todas las culturas.

La abrazoterapia se ha erigido como una herramienta importante a la hora de la ayudar a curar a enfermos puesto que este contacto físico genera la segregación de oxitocina, hormona implicada en la formación de sentimientos amorosos y empáticos, aumentando con ello la confianza. Además, en el acto del abrazo también se liberan dos hormonas más, que actúan como neurotransmisores: la dopamina y la serotonina. Ambas actúan como relajantes, aportando una sensación de calma y bienestar.

Hace un tiempo pudimos leer un artículo sobre unos gemelos prematuros. Uno de ellos, en su primera semana de vida, tenía problemas de ritmo cardíaco. Cada uno estaba en su incubadora, pero solo iba a sobrevivir.

Una enfermera decidió, en contra de las normas, poner a ambos en la misma incubadora. Al unirlos, el más sano de los dos puso su brazo sobre su pequeña hermana enferma, abrazándola. Al momento, el ritmo del corazón de la niña se estabilizó y su temperatura se normalizó. Ambos sobrevivieron. El abrazo es siempre gratificante fortaleciendo los lazos afectivos, pues es una energía que afecta positivamente a todas las personas involucradas. H