De natural soy persona optimista pero a veces se lo ponen a uno difícil. Los presupuestos que este año va a presentar José Luis Rodríguez Zapatero van a suponer más paro, más deuda y más impuestos. Los presupuestos del actual Gobierno socialista son: 1. Injustos, porque 6 millones de pensionistas van a ver congeladas sus pensiones por primera vez en la historia, mientras les suben la luz y el IVA y los jóvenes ven como se eliminan las deducciones a la compra y alquiler de vivienda cuando ya existe un 40% de paro juvenil; 2. Antisociales, porque el exministro Corbacho --que ha sido quién los ha redactado en su cartera ministerial-- ha reconocido que reducen las aportaciones por desempleo y que habrá más parados sin esa cobertura; las prestaciones por maternidad y paternidad caen un 12% y las prestaciones por incapacidad temporal se recortan casi un 9%; 3. Irreales porque el Gobierno fundamenta los presupuestos en un crecimiento de más del doble de lo que señalan el Banco de España y la Comisión Europea; 4. Despilfarradores, porque Zapatero no practica la austeridad a la que condena a los ciudadanos manteniendo el gasto público en sus ministerios; el recorte real es del 3% frente a la falacia de que recorta un 8%; y el Gobierno tiene previsto emitir 405 millones de euros de deuda pública al día en el 2011 lo que supone un 17,4% más que en el 2010; 5. Opacos, porque son los Presupuestos Generales del Estado con menos información y menos cifras de la historia de la democracia. Se trata de la presentación presupuestaria más opaca, más vacilante y más dubitativa que un Gobierno ha dado a conocer jamás en España; 6. Partidistas, porque el PSOE rompe la caja única de la Seguridad Social para pretender poder perpetuarse en el poder sin dar soluciones para sacar a España de la crisis.

Así pues, el único español beneficiado por estos presupuestos es Zapatero que consigue prolongar la agonía de su maqueado Gobierno a costa de retrasar la salida de la crisis. Con los votos favorables anunciados del Partido Nacionalista Vasco y Coalición Canaria, lo único que aseguran los presupuestos es un año más de Zapatero. Pero aún más, Zapatero demuestra no tener una eficaz política social porque se olvida por completo de las familias desapareciendo casi por completo los programas destinados a las mismas y presenta unos presupuestos con los mayores recortes sociales de la historia: reduce un 8% las partidas destinadas a políticas sociales precisamente cuando más falta hacen a los hogares españoles; reduce un 8,2% el presupuesto de Sanidad; recorta un 8,1% el presupuesto de los Servicios sociales; disminuye un 8% el presupuesto en Educación; rebaja casi un 20% el presupuesto de vivienda suprimiendo sus ayudas; aminora un 5,5% el presupuesto al fomento del empleo e, incluso la ley de dependencia no podrá cumplir sus objetivos y se verá muy afectada por el recorte hasta el punto de que recibirá un importe insuficiente para su aplicación. El importe presupuestado para el Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia (SADD) se reduce en un 5,2% respecto al ejercicio anterior.

Y, todo ello, se hace poniendo en riesgo los servicios públicos esenciales al no dar la financiación necesaria a los ayuntamientos y comunidades autónomas. Este presupuesto que pretende aprobar para el ejercicio que viene agrava el gasto de los ayuntamientos a los que el Gobierno socialista exige ya el dinero que su improvisación les adelantó; les recorta el presupuesto y les impide acceder al crédito. Unos presupuestos que, por el bien de todos, deben ser revisados y modificados. Y eso es lo que intentaremos desde el Partido Popular en el Senado cuando se sometan a debate. H