España, tiene muchas cosas buenas, pero otras son de risa, si no fuera para llorar. Así tenemos pseudoterroristas, o eso le parece al Tribunal Supremo pero curiosamente no al Constitucional, gobernando más de un centenar de ayuntamientos, dinero público, policía a su disposición e información para ellos, el mundo al revés.

Los indignados del 15-M que empezaron con ideas constructivas y sin violencia degeneran en los típicos antisistema, con ocupaciones ilegales y marchas violentas, para lo que tienen barra libre, a ellos no se les aplica la ley, prueben a romper una papelera o insultar a un policía y como tengan aspecto normal se les cae el pelo, pero si van de okupas no pasa nada. Qué iniciativa tan buena se ha abandonado en manos de los profesionales de la algarada, con manifiestos de la izquierda radical que tanto daño ha hecho por el mundo. Prefiero libertad en la peor democracia a la mejor dictadura. Lo cual no obsta a que los políticos se apliquen el cuento e impongan austeridad, deben recortar privilegios, gastos suntuarios y asesores o enchufados inútiles, cargos públicos duplicados y excesivos liberados sindicales, y hacer una reforma laboral real que genere trabajo para ayudar a los millones de parados. Si en todas nuestras casas y empresas recortamos, las administraciones deben recortar, sí o sí. Lo peor es que tenemos un gobierno que no ejerce, Rodríguez Zapatero siembra el caos, Rubalcaba va a su bola, y la oposición no se opone. Hay que aumentar la productividad porque o apretamos todos juntos, con seriedad, orden, austeridad y trabajo o esto tiene muy mala pinta. Si no lo hacemos nosotros lo hará Europa y si nos intervienen, vamos a sufrir de verdad. H