Llega una de las estaciones más deseadas y disfrutadas por los más pequeños: el verano. Y con él las esperadísimas vacaciones de verano, momento en que los más peques pasan días de sol y disfrute en playas, piscinas o ríos. En el verano, cuando el pequeño va a estar varias horas al sol (por pocas que sean), es conveniente que la madre se preocupe por la salud del pequeño no sólo desde un punto de vista nutritivo, sino también externo. Es conveniente saber qué tipo de piel tiene el pequeño/a para saber cuál es el factor de protección que debe darle.

Si el niño tiene una piel muy clara, que nunca se broncea y se quema con facilidad, debere- mos utilizar una protección superior a 50. Si tiene una piel que se quema con facilidad pero se broncea, debe utilizar un índice de entre 25 y 40.

No obstante, si tiene una piel que se broncea fácilmente, el índice debe oscilar entre 15 y 25, aunque es recomendable que nunca baje de 25, ya que así se asegura una total protección de la piel contra los efectos tan nocivos de los rayos solares. H