El otro día fui a cenar a un restaurante donde te sometían a un interrogatorio. Al pedir mesa nos preguntaron: “¿Cenarán dentro o en la terraza?”. Una vez decidida la ubicación te dan la carta. Le das vueltas a los diferentes menús hasta que te decides por uno. Cuando lo tienes más o menos claro viene el camarero y empieza una concatenación de preguntas que nos conducen hasta la angustia: “¿La carne poco hecha, muy hecha o al punto?; ¿patata frita o asada?; ¿ensalada de col o compota de manzana?; ¿crema agria o guacamole?; ¿salsa barbacoa o mayonesa?; ¿pan de ajo o tostado?; ¿el agua fría o natural?” En definitiva, una batería de preguntas que provoca un mar de dudas por si uno no ha seleccionado la opción correcta.

En verdad, las dudas empiezan antes de entrar, cuando vas a aparcar. Si te encuentras con un montón de plazas libres te cuesta mucho más elegir dónde dejar el coche que si hay pocas plazas. Sesudos estudios han demostrado que disponer de pocas alternativas es malo, pero hay un punto en el que tener demasiadas es contraproducente. Como dice Barry Schwartz, existe una especie de dogma en la sociedad en el que se cree que si queremos dar el máximo bienestar a los ciudadanos, hemos de maximizar las elecciones. Algo así como que cuantas más posibilidades tenga una persona, más libre será y más bienestar obtendrá.

Pero el dogma es falso, y el tener que elegir entre un sinfín de oportunidades provoca angustia dada la dificultad en realizar la elección. Al decidirnos por alguna de las alternativas, nos llega una incertidumbre y un desasosiego debido al miedo por no haber escogido la alternativa correcta. Pensamos que con tantas alternativas tenemos la obligación de dar en el blanco. Al contrario, cuando disponemos de pocas opciones, es más fácil sentir que uno ha acertado. Qué lejos queda la época en que te comprabas un vaquero y tan solo debías elegir entre la cremallera o los botones. Ahora, hay jeans de tiro alto, tiro bajo, pegados al cuerpo, amplios, lavado normal, lavado a la piedra, pitillo, rectos, boot cut, cortados, acampanados… H