Un melanoma es el tipo más serio de cáncer de piel, aunque puede curarse si se diagnostica y se trata por profesionales con anticipación. Entre los factores de riesgo para desarrollar un melanoma destacan la piel clara, los ojos azules o verdes y el cabello rubio o pelirrojo.

Uno de los primeros signos que alertan de la enfermedad es el cambio de tamaño, forma, color o textura de un lunar. Exposiciones continuas a luz solar natural o a cámaras de bronceado, además tener de antecedentes familiares, aceleran la aparición de melanomas, que también pueden surgir en la edad adulta a quienes sufrieron quemaduras de sol con ampollas durante la niñez. Por este motivo, los dermatólogos aconsejan no exponer a los bebés de menos de seis meses al sol.

Los melanomas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo aunque existen diferencias entre hombre y mujeres. Los varones, con mayor frecuencia, sufren esta enfermedad en el pecho, estómago y en la espalda. Las mujeres, por su parte, la padecen en las piernas. H