Numerosos estudios han demostrado que los cambios del tiempo influyen en el rendimiento, conducta, salud y estado de ánimo de las personas.

Así, los agentes meteorológicos más importantes que influyen sobre nuestro organismo son la temperatura, la humedad, el viento, la presión atmosférica, la radiación solar, los contaminantes del aire y la electricidad atmosférica.

Además, los cambios bruscos del tiempo influyen sobremanera y hay personas que pueden sentir cómo el desánimo les invade o notar dificultad para conciliar el sueño e incluso pueden experimentar irritabilidad o un cansancio injustificado.

Psicólogos clínicos aseguran que en otoño y invierno “nos apagamos más” porque la producción de melatonina (hormona que regula el sueño) y de serotonina (la hormona que regula el estado de ánimo hacia la alegría) se altera “debido sobre todo a la falta de luz solar”.

Para superarlo recomiendan mantener una actitud positiva, relacionarse más los amigos y dedicar más tiempo al ocio.