Reconozco la capacidad que tiene el PP para decir una cosa y la contraria y seguir defendiendo posteriormente cualquiera de los dos postulados, sin inmutarse y si es posible criticar al adversario político a la vez. Quien lea estas primeras palabras, podrá quedar un poco confuso ante lo dicho, pero intentaré analizar y justificar estas afirmaciones.

Como ustedes saben, el corredor mediterráneo ha sido una reivindicación mantenida por partidos políticos, sindicatos, agentes sociales y económicos, tanto de nuestra Comunitat, como del resto de comunidades mediterráneas. El Gobierno central, con el Partido Socialista, siempre defendió la prioridad de este Corredor; no se puede decir lo mismo cuando gobernaba el PP, que priorizaba el corredor central. La Unión Europea ha priorizado el mediterráneo, lo que parece lógico desde muchos puntos de vista.

Pero no ha pasado mucho tiempo y el candidato del PP, el señor Rajoy, ya ha declarado que ya veremos cuales son las prioridades, poniendo incertidumbre sobre el corredor mediterráneo en el caso de que llegara a ser presidente. El PP, con esa facilidad que tiene para obviar aquello que no le interesa que se escuche, ha seguido felicitando al presidente Fabra por su intervención e intenta ocultar la labor efectuada por el Gobierno central, y desde luego ni un comentario sobre las declaraciones del señor Rajoy.

Pido al PP en la Comunitat que soliciten la rectificación del señor Rajoy y si no que pongan por encima de todo la defensa de los intereses de los valencianos y si fuera necesario que el señor Fabra promueva otra cumbre donde exijan al señor Rajoy la defensa del corredor mediterráneo.

Algo parecido ocurre con el agua, se han pasado meses y años reclamando el trasvase del Ebro, llenaron de pancartas las instituciones donde gobernaba el PP y ahora nos enteramos que en el programa del PP no lo incluyen. Nuevamente el silencio del PP valenciano ante ello es clamoroso.

Un partido que dice una cosa y la contraria, demuestra que ha engañado a los ciudadanos.

En política, uno se puede equivocar, pero lo que no es tolerable es que se engañe. Lamentablemente el PP dice lo que cree que le es más rentable en cada sitio. En fin, la verdad no hace daño y es una exigencia. H