La sibilina expresión bonos patrióticos --utilizada por el Consell Camps/Fabra para conseguir fondos privados-- da a entender que aquel valenciano que compró o compre dichos bonos demuestra ser un patriota. Pero en los asuntos económicos creo que no han proliferado nunca los patriotas y parece ser que menos en la Comunitat; y aún mucho menos en el entorno económico/financiero del partido hegemónico del poder aquí. De mil ochocientos millones emitidos tan solo se vendió un tercio en el plazo.
Eso fue a finales del 2011. Como se ve con ello, los grandes beneficiados de las políticas derrochadoras de los gobiernos Camps/Fabra se rascaron poco los bolsillos. Se ocuparon bien en secar las ubres de la vaca de la abundancia, pero ahora que ya no le queda leche, dejan que se muera de hambre.
Únicamente hay patriotas para repartir la riqueza y el patrimonio públicos; lo que entendemos todos como meter la mano en el cajón, llevárselo crudo, sacar, forrarse, dar el pelotazo. Riqueza y patrimonio producidos por la mano de obra del pueblo valenciano, castellonense, los trabajadores, empleados, jornaleros, funcionarios, agricultores, pastores, pescadores, industriales, comerciantes… mujeres y hombres ajenos a la política, al poder y a la riqueza, pero base indiscutible de todo ello.
El Gobierno valenciano está actualmente en la bancarrota y, ahora, los que lo han esquilmado van esfumándose por el foro. Hace cuatro días, esto era el paraíso de la abundancia; actualmente nos califican como bono basura. Pero los que se lo han llevado crudo están aquí y los que lo han consentido también. Todos ellos forrados y cobrando sueldos astronómicos.
El espíritu patriótico exige ahora que todos los gobernantes se autoapliquen un ajuste histórico, como el de las rebajas, hasta el 80% del sueldo mensual. Si pretenden cargar a toda la masa salarial y al funcionariado los costes de su faraónico despilfarro sin rebajarse sus indecentes ingresos de cinco, siete o doce mil euros al mes, provocarán una rebelión popular de consecuencias impredecibles. H
