La decisión del Gobierno de Mariano Rajoy, ejecutada en primera persona por la ministra de Fomento, Ana Pastor, de ser el único país de los 27 de la Unión Europea en votar en contra del corredor mediterráneo, supone la confirmación de que el PP es la principal amenaza para las expectativas de futuro de la Comunitat Valenciana y, particularmente, de la provincia de Castelló. Ha quedado claro que Mariano Rajoy tiene la firme intención de borrar del mapa a la Comunitat Valenciana. De hecho, cabe recordar que el Corredor supondría una inversión de 5.000 millones de euros y la generación de 22.000 puestos de trabajo solo en la provincia de Castelló.

Las gestiones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero hicieron posible corregir el grave daño que provocó la decisión del Gobierno de José María Aznar, en el año 2003, de borrar del mapa de las prioridades europeas, nuestro corredor. Aznar venía a Platgetes no solo a reírse de los chistes de Carlos Fabra, sino también de todos los ciudadanos y ciudadanas de la provincia, a quienes truncó sus expectativas de crecimiento, al retrasar más de una década el Corredor. Sin embargo, la victoria del Gobierno socialista en el año 2004 permitió que, desde el minuto cero, se corrigiese este castigo y, finalmente, consiguió incluir el eje mediterráneo entre los prioritarios, lo que supone la garantía de financiación por parte de la Unión Europea. Ya en la campaña electoral, advertimos del riesgo que supondría para la Comunitat Valenciana y para Castelló una victoria del PP en el Gobierno, porque el propio Mariano Rajoy dijo hasta en tres ocasiones que para él “existían otros ejes más prioritarios que el nuestro”.

El silencio de los responsables del PP en la Comunitat y en Castelló en ese momento, y la tibia postura que han mantenido hasta ahora, limitándose a declaraciones en prensa, han hecho que ganen terreno los defensores del eje central, como son los presidentes de Aragón, Castilla-La Mancha, Madrid y Extremadura, amparados por la ministra Pastor, con quienes no dudaron en posar sonrientes en el ministerio tras la decisión de impulsar el nuevo eje, mientras Mariano Rajoy entretenía a Alberto Fabra en la Moncloa.

La Unión Europea ha sido clara, y ha asegurado que solo financiará el Mediterráneo, pero eso solo ocurrirá si el Gobierno de España lo impulsa. Por este motivo, tenemos que estar muy preocupados porque el voto de Gobierno del PP en contra del Corredor nos demuestra que los ciudadanos y ciudadanas de esta Comunitat y de esta provincia estamos perdiendo esta batalla por la falta de firmeza de los responsables institucionales, con Alberto Fabra a la cabeza. Se hace imprescindible que Fabra, al igual que hizo en septiembre del 2011, cuando estaba Zapatero en el Gobierno, convoque con carácter urgente de nuevo a todos los alcaldes del Arco Mediterráneo y a los responsables incluso de las comunidades autónomas para decirle a Mariano Rajoy un no rotundo a sus intenciones de paralizar el Corredor y para exigir que cumpla el plan de ejecución que expuso a toda la sociedad el entonces ministro de Fomento José Blanco. De lo contrario, Alberto Fabra, el Partido Popular de la Comunitat Valenciana y de la provincia de Castelló serán tan responsables como el propio Mariano Rajoy de habernos cerrado las puertas al futuro. H