Les escribo sin saber cual será el resultado de las elecciones en Andalucía. Pero, sea cual sea, es preciso compartir, y que nos quede grabado para que la memoria no borre, las declaraciones publicadas por El Mundo, del flamante candidato del PP, Javier Arenas. Solo va a apoyar las políticas de género que persigan “recuperar los valores familiares que, desde que la mujer trabaja, se han perdido”. El líder, muy macho él, dice no temer a “la violencia feminista que practican entre ellas y hacia los hombres”. Y, entre tanta desvergüenza, añade que “cuando esas feministas vuelvan a estar cómodamente en su casa, educando a sus hijos y cuidando de sus familias, nos lo agradecerán”.

El señor candidato, posible nuevo presidente de la Junta de Andalucía, suma que lo harán “porque la sociedad será mejor, no se producirán tantos fracasos matrimoniales, los jóvenes dejarán de descarriarse, las familias volverán a corresponderse con los modelos tradicionales e incluso se reactivará empleo”.

Este Javier Arenas, muy amigo del PP valenciano y referente de la derecha nacional, dibuja, una vez más, el mapa de la hipocresía y la vergüenza de España. ¿Saben ustedes los esfuerzos que ha costado que las mujeres españolas logremos unas conquistas aún incompletas?.

Les escribo desde República Dominicana donde son asesinadas varias mujeres cada semana. 56 feminicidios desde que comenzara el año. Solo por ser mujeres. Por no tener más remedio que quedarse en casa a cuidar de su familia, como tanto le gusta decir a este señorito. Y son muy jóvenes. Mueren, o quedan heridas de por vida, por formar parte de una tradición patriarcal que hace que sean invisibles, silenciosas, impotentes. Las consecuencias de la desigualdad de oportunidades para las mujeres en un país de extrema pobreza no quedan tan lejos dela secuelas que dejan las doctrinas del señor Arenas, ni del catecismo del PP. Este tipo de posicionamientos agreden, son violencia de género. La vida de las mujeres, su libertad y derechos no son carne política. Ni el capricho del señorito de turno. H