La propaganda oficial de los Gobiernos del PP, enunciada por el presidente Fabra a menudo, es que harán mas con menos. Efectivamente lo están cumpliendo a dúo desde Moncloa y el Palau de Benicarló. Más reforma laboral con menos empleo (la misma ministra prevé se perderán 600.000 empleos durante este año), más impuestos de todo tipo con menos educación pública, más recortes con menos sanidad para todos, más grandes eventos (40 millones de euros más en el 2012) con menos salario para los trabajadores públicos valencianos, más liberalismo con menos derechos sociales (recortados con el decreto de Fabra, con la reforma laboral, y más que se recortarán si se llevan a la práctica las lindezas que ha dicho Alberto, no Fabra, sino Ruiz-Gallardón, que tan engañados tenía a tanta gente).

Las consecuencias del más por menos del PP serán mas crisis con menos salario, más paro con menos servicios públicos, más pobreza y desigualdades sociales con menos progreso. El PP olvida que matemáticamente, como se aprende en la escuela, el resultado de más por menos es siempre menos.

EL PP está haciendo un peligroso cóctel económico. Mezcla la nefasta reforma laboral de Rajoy (que tan multitudinaria protesta tuvo en las calles el jueves), los recortes de Fabra en Sanidad y Educación (que han cosechado un rechazo masivo en toda la Comunitat), los gigantescos recortes aprobados ayer por Rajoy (en unos presupuestos que ha escondido hasta después de las elecciones andaluzas) y las subidas generalizadas de impuestos. El resultado del cóctel tiene consecuencias terribles. Se recortan salarios y por tanto hay menos consumo, se suben impuestos y al tener menos dinero aún hay menos consumo; como resultado habrá más paro, porque además es mas fácil y barato despedir, y por tanto se recaudará menos de impuestos y se gastará más en protección social. Así las cuentas públicas se desequilibrarán nuevamente y habrá que volver a recortar, entrando en un ciclo destructivo de nuestra economía.

La ciudadanía tiene cada día más claro que ese no es el camino, que el PP no tiene la solución a la crisis, que lo único que ha sabido hacer hasta ahora son dos cosas: recortar derechos sociales y engañarnos. Engañarnos escondiendo sus propuestas ante las elecciones y haciendo lo contrario de lo prometido (en eso la subida de impuestos de Rajoy, negada una y otra vez unas semanas antes, ha abierto los ojos a mucha gente). El PP no nos lleva por buen camino y está recibiendo este mensaje desde la calle que no calla, en la que cada vez hay más y mayores protestas, y desde las urnas con el resultado de las elecciones andaluzas y asturianas que son un varapalo solo con 3 meses de gobierno de Rajoy.

En Castellón además estamos padeciendo por otras vías el tener PP por todas partes. Un PP que no sabe qué hacer con el aeropuerto, que está peor que hace un año cuando se inauguró, eso sí costándonos 800.000 euros al mes. Un PP que paraliza proyectos y presupuesta mínimas inversiones en la provincia (lo que origina más paro y disminuye nuestra competitividad); que incrementan la discriminación que siempre hemos padecido desde Valencia, quizá porque al ser de Castellón el presidente tiene que demostrar que no nos beneficia. Castellón está cada vez mas discriminado y desprotegido. La patética posición del Gobierno español votando en contra de la prioridad del corredor mediterráneo y quedándose solo en ese empeño ante todos los países de la Unión Europea nos perjudica y evidencia la mínima influencia del PP valenciano sobre el Gobierno de Rajoy, en el que como saben, no hay nadie de nuestra tierra.

Hace falta un cambio de prioridades, que fortalezca los servicios públicos, que no recorte derechos sociales y no nos haga perder décadas de progreso, y que en lo económico recorte en lo innecesario en la Comunitat --en grandes eventos como venimos reclamando los socialistas valencianos-- e invierta en futuro para crear empleo. Eso es posible, cambiando el más por menos del PP. H