Volvimos a salir a la calle con más intensidad que hace un año. La indignación en este país prosigue. Parecía que el movimiento 15M estaba parado pero no. El pueblo sigue trabajando en la sombra por conseguir otra forma de hacer las cosas. Ayer se cumplía un año de la indignación global y a juzgar por la respuesta ciudadana del sábado, la lucha por cambiar las cosas, continua. Los cinco continentes se sumaron a las protestas, en más de 50 países. Todos juntos reclamando justicia social, distribución de la riqueza y una ética pública que nos deje levantar la cabeza. Nosotros, con una Comunitat al borde de la intervención, también salimos a la calle a gritar con fuerza que esto no puede seguir así.

El 15M continua trabajando por lo bajini, con sus grupos de trabajo, para intentar cambiar esta forma de no vivir. Un año después el poder de convocatoria fue un rotundo éxito porque las cosas en este país están mucho peor que antes. No puede ser que haya dinero para “rato” y no haya para el ciudadano. No puede ser que Rajoy diga que “no se va a cansar” de hacer reformas, no puede ser que continúe esta política de recortes y rescate de bancos cuando los corruptos siguen sin devolver el dinero, cuando la destrucción de empleo continúa y cuando cada vez son más las familias que sobreviven sin apenas ingresos. Esto no puede ser. En Castellón la lucha también continúa con propuestas concretas para el sr. Bataller. Esto no es una crisis, es una excusa, es una gran estafa que mantiene atrapada a la ciudadanía que parece aletargada pero que ya piensa que hay otras formas, solo hay que arrimar el hombro y decirles a los que gobiernan que así no vamos a permitir que se hagan las cosas. H