Una de las mayores redes sociales del mundo, Facebook, se estrenó ayer en bolsa. Protagonizó la mayor salida al mercado de valores de una empresa tecnológica, con un valor de 82.000 millones de euros, y la tercera en la historia de Estados Unidos, tras General Motors y Visa. Las cifras de Facebook dejan en mantillas el lanzamiento, en el 2004, de Google, líder mundial entre los buscadores de internet, que empezó a cotizar también en el Nasdaq con un valor de 18.000 millones.

Sus 900 millones de usuarios ofrecen un gran atractivo como posible negocio para los anunciantes. De ahí las expectativas que ha levantado entre los inversores tecnológicos, que el mismo día del bautismo bursátil de FB -abreviatura con que las acciones aparecen en los paneles de cotización- abandonaban Linkedin y al fabricante de juegos Zynga para apostar por Facebook. Pero también tiene un gran gancho para todo tipo de empresas que han decidido comunicarse de forma directa tanto con sus clientes habituales como con los potenciales. Hay precedentes bien conocidos y no demasiado lejanos en el tiempo de tremendos fiascos en el campo de la tecnología, incluso también sobre la base de internet.