Que los colores nos afectan psicológicamente y nos producen ciertas sensaciones es una realidad. Cada color ejerce sobre la persona que lo observa una llamada de atención, expresando un significado o comunicando una idea. Los colores, frecuentemente, están asociados con estados de ánimo o emociones. Por eso, la elección de un color para pintar un ambiente tiene mucha importancia. En este punto, hay que señalar que las sensaciones que se asocian a un color dependen de la cultura, pudiendo llegar a provocar emociones opuestas. Por ejemplo, el color blanco simboliza la muerte en oriente y en el mundo árabe y, sin embargo, en occidente es un color que representa virtud, pureza y vida.

Por eso, la elección de los colores, para pintar una habitación por ejemplo, no solo debería estar relacionado por el gusto de cada uno, sino que se debería considerar también las sensaciones que esos colores producen sobre las personas que van a vivir allí.

Es más, los expertos aseguran que el color con el que se pinta la habitación de un niño puede influir en su personalidad y desarrollo. El azul (color del cielo) transmite profundidad y estabilidad, provocando un efecto relajante. El verde (otro color frío como el azul) fomenta seguridad y confianza. A su vez, reduce el estrés y favorece la relajación, con lo que es el color que más ayuda a la concentración y al estudio. El amarillo (el color del sol y de la luz) hace llorar más a los bebés, por eso no es bueno usarlo en las habitaciones infantiles, y sí en pasillos o espacios pequeños con poca luz. El marrón (color de la tierra y la madera) favorece las sensaciones de confort y equilibrio, por lo que es ideal para pintar las habitaciones donde se intenta crear un ambiente confortable y acogedor. El rojo (color del fuego) representa la pasión, el deseo y el amor. Visible como pocos, el rojo es el color excitante por excelencia, aumenta la presión sanguínea y acelera el metabolismo. También aumenta el interés y el entusiasmo, estimulando a los niños la actividad. Por lo tanto, es importante la elección de los colores según las emociones que se quieran provocar. H