Querido lector:

Por vez primera un castellonense, Antonio Tirado, va a presidir, aunque sea en sus estertores y de forma transitoria, Bancaja, la otrora poderosa caja de ahorros de la Comunitat Valenciana, hoy integrada en la nacionalizada Bankia, entidad que precisará según el ministro de Economía, Luis de Guindos, otros 7.500 millones de euros añadidos además de los 4.500 millones ya acordados por el FROB, amén del control de auditores externos porque la responsabilidad controladora y reguladora del Banco de España está por los suelos y ya no sirve.

Antonio Tirado, estatutariamente toma la presidencia interina de Bancaja después de que José Luis Olivas, presentara ayer su dimisión y se despidiera pidiendo perdón por la gestión de la entidad y de Banco de Valencia, de cuya presidencia también dimitió pocos días antes de que fuera intervenido por el Banco de España. Sin explicaciones críticas, Olivas ha achacado todo a la virulencia de la crisis, sin mencionar que los motivos de la caída de la caja se basan claramente en tres causas: su alta concentración de riesgo en el sector inmobiliario; la fallida fusión con Caja de Madrid, entidad más expuesta al ladrillo si cabe que Bancaja y por una pésima gestión final junto a Rato.

La llegada de Tirado a la presidencia, no obstante, se asemeja a la de un ordenado y mandatado derribador que debe apagar la luz y cerrar la puerta ante el próximo escenario de la entidad, que desaparecerá una vez nacionalizado Banco Financiero y de Ahorros, matriz de Bankia, en el que se había integrado. La caja se convertirá en fundación, con la única responsabilidad de una obra social mucho más reducida que hasta ahora. Y por si fuera poco, a sus espaldas portará la imputación por la demanda civil de responsabilidad social del Banco de Valencia contra sus antiguos responsables y la espada de Damocles constante de la posibilidad de acciones legales que los administradores del FROB anunciaron hace unos días.

Tirado, precisamente y aunque temeroso de los medios, ha utilizado estos días a un periódico valenciano para exculparse y restarse responsabilidad a pesar de pertenecer a la cúpula de ambas entidades 25 años.