El problema de ser

Josefa Pérez

Voy a contarles la historia de Josefa Pérez, casada desde hacía 7 años con dos hijos una niña de 5 años y un niño de 3. Un día Josefa fue noticia. CMR, su pareja, la había matado. Esa noche CMR llegó tarde a casa y con unas copas de más. Josefa le llamó la atención por su falta de consideración, ya que el pequeño estaba en cama con fiebre, le había dado de cenar a la mayor y aún no había podido preparar la cena para ellos dos.

A partir de aquí fueron los vecinos que, al oír gritar a CMR., a Josefa pidiendo auxilio, y a los niños llorar, llamaron a la Guardia Civil. Al llegar la Benemérita se encontró a CMR encima de un coche aparcado en la calle, herido y sin conocimiento; al acceder a la vivienda se encontraron a Josefa muerta en medio de un gran charco de sangre y a los niños encerrados llorando.

Los vecinos les habían oído discutir alguna vez, pero lo normal. CMR era amable y un manitas, que se brindaba a solucionarte cualquier problema. Josefa era más reservada, incluso a veces se la veía tímida e indecisa cuando salía con CMR. Nadie se podía imaginar este desenlace.

Al día siguiente Josefa apareció en los medios de comunicación como la víctima nº 47 de violencia de género de ese año y en todos los medios la noticia terminaba con: “Nunca había denunciado a su agresor”. La ministra del ramo mostró su repulsa por el asesinato y en el Ayuntamiento se guardó un minuto de silencio.

CMR después de matar a Josefa se intentó suicidar tirándose por el balcón sufriendo fracturas y conmoción cerebral. El juez dictaminó prisión sin fianza por un posible delito de homicidio por violencia de género.

CMR fue operado y tuvo que hacer rehabilitación durante 3,5 meses; la ambulancia lo bajaba todos los días al hospital, en la cárcel tenía asistencia de psiquiatra y la trabajadora social, que le quitaron la idea de suicidarse.

CMR fue condenado a 13 años por homicidio. No se pudo demostrar la alevosía ni el ensañamiento, ya que su intención solo era matar a Josefa y no causar más daño del necesario, y estaba la atenuante del alcohol.

La mujer de esta historia no se llamaba Ana González o Verónica Aznar. Ese fue el problema de Josefa, el apellido; al final solo fue la víctima nº 47 y para las estadísticas nunca denunció al agresor.

Soy Félix Emilio López Conde padre de Rocío López Agredano, asesinada en Valencia el 30/11/2008 a los 25 años por Jairo Ortiz Cortés, colombiano. Cumple 20 años por asesinato en Picassent por delito de Violencia de Género. Dentro de 6 años podrá disfrutar de permisos.

Félix Emilio López.

La custodia compartida

Los abuelos estamos contentos. Por fin hemos escuchado en el Congreso de los Diputados que hay que reformar el Código Civil para que la custodia compartida tras las separaciones conyugales sea una realidad a nivel nacional. Los abuelos agradecemos a UPyD y al PP que piensen en el interés superior del menor, tal y como ambos repitieron en multitud de ocasiones anteriores. Interés del menor que no es otro que el de poder convivir de manera igualitaria con ambas familias, y no quedar huérfanos de uno de sus progenitores y la familia extensa en el momento de la separación.

Sabemos que no será una tarea fácil pues hay muchos profesionales que mantienen un pingüe negocio gracias a las rupturas familiares. Estamos seguros de que la custodia compartida evitará la utilización de los menores como moneda de cambio, y obligará a los padres a llegar a acuerdos, sin que ninguno pierda el derecho de convivir y educar a sus hijos.

Será la única forma en que los abuelos no nos sintamos discriminados cuando nuestros hijos no “obtengan” la custodia de los menores. Nuestros nietos podrán conocernos y nosotros ayudar en su educación y formación. Podremos sentirnos como ciudadanos con sus derechos garantizados.

Sin duda esta ley nos equiparará con los países mas avanzados en materia de familia, y protegerá los derechos de los niños a tener familia, no una sola, sino las dos, tanto la paterna como la materna tal y como estipulan los tratados internacionales y guía el más elemental sentido común..

Guadalupe de la Fuente.

Asociación de abuelos separados de sus nietos.

Convivencia social empobrecida

La Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA), advirtió de que la ley de identidad de género aprobada por el Senado mutila “las normas fundamentales de la vida y la familia y empobrece la convivencia social” en el país. La UCA se refirió a la norma aprobada el 9 de mayo que permite a cualquier persona -incluidos menores--, “solicitar la rectificación registral del sexo, y el cambio de nombre de pila e imagen aún sin alterar sus caracteres exteriores”.

“Es un paso más en una progresiva mutilación de las normas fundamentales de la vida y la familia y empobrece la convivencia social a partir de una concepción individualista de la persona que es definida como una mera creación cultural y desgajada de sus constitutivos elementos de orden natural, en especial de la rica complementariedad entre varón y mujer”, señaló en una nota.

Asimismo, la UCA cuestionó que la ley de identidad de género no contemple la objeción de conciencia de los médicos y las instituciones de salud. Finalmente, recordó que “la sexualidad es un atributo inherente a la personalidad humana” y permitir que “el sexo registral sea discordante de la sexualidad” real de la persona “supone una alteración profunda de la vida social que no se refiere solo a la esfera de privacidad”.

Jesús Martínez