Hace unas semanas envié una carta al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, en la que le reclamaba la deuda que el Gobierno valenciano mantiene con el Ayuntamiento de Castellón. Los socialistas hemos asumido el compromiso de reivindicar lo que Valencia nos debe, porque el alcalde, Alfonso Bataller, no se atreve a defender lo que nos corresponde. Fabra debería ser sensible con la ciudad de la que fue alcalde. La situación que atraviesa la economía municipal es dramática y no podemos financiar los proyectos de otras administraciones. No es justo que los impuestos de los castellonenses se dediquen a tapar las vergüenzas de la Generalitat.

La carta llegó a Valencia, pero Fabra no ha tenido la valentía política de contestar. Ha sido el vicepresidente Císcar el que ha tenido que dar la cara para no decir nada. Fabra nos ha tratado con el mismo ninguneo con que lo hicieron Zaplana, Olivas y Camps.

Císcar no aclara demasiado. No concreta las acciones que tiene que impulsar la Generalitat para saldar la deuda con los ayuntamientos, a pesar de reconocer el problema que la falta de liquidez acarrea a los municipios. Y eso es una demostración de insolidaridad con los ayuntamientos, que no pueden desarrollar acciones para dinamizar la economía y acortar el camino de la crisis.

Los socialistas estimábamos entonces que la Generalitat adeudaba a Castellón unos 580 millones de euros: 126 millones del Fondo de Cooperación Municipal, 27 millones del Plan Confianza; 8,7 de proyectos impagados y 419 millones de la deuda social. El Consell debe a cada castellonense 2.327 euros. La deuda de la Generalitat con los ayuntamientos de la Comunidad es una deuda de insolidaridad con las administraciones más débiles y cercanas a los ciudadanos. Los ayuntamientos tienen una gran responsabilidad en estos momentos. Están haciendo una labor de contención de la crisis, gracias a los servicios sociales. Por eso es tan necesaria una buena gestión municipal, porque no se pueden dilapidar los recursos públicos. No puede ser que Alberto Fabra no nos pague y Bataller se gaste lo que no tiene. H