Aviso a toda la población: hasta el 30 de junio no habrá socorristas en algunas playas. No sé si es cuestión de dinero que será, pero lo cierto es que en algunas no hay aun socorristas y si los hay, a veces cubren demasiado tramo de costa. El verano no ha podido empezar peor. Después del fatídico suceso de la semana pasada en el Grao en el que Gabriel murió al salvar a un niño, hay que añadir otros dos este fin de semana, uno en Alicante y el segundo en una playa de Alcossebre. Otro bañista, de 62 años, había sido recatado momentos antes. Además, varios avisos de bañistas en peligro en Peñíscola y Oropesa. Ya son seis los muertos en la Comunitat Valenciana, el último el lunes en Peñíscola.

Está claro que cada centímetro de playa no puede estar vigilado y por eso ondean altas las banderas que avisan de cómo está el mar. En el Grao había bandera amarilla y los menores se bañaban en un mar con un fuerte oleaje, tan fuerte que impidió a uno de ellos salir a la orilla y tan fuerte que hizo que Gabriel perdiera el control y se golpeará contra las rocas después de salvarlo. A todos nos gustaría que cada diez metros hubiera un socorrista. También es importante la rapidez, algunos testigos dicen que no se actuó con celeridad pero sobre todo, lo más importante es respetar las señales de aviso y dejar de lado la imprudencia a veces disfrazada de chulería. Bandera roja no se baña uno, amarilla, con mucha precaución. Ojo, pondrán multas. El mar es muy traicionero y hasta un buen nadador se puede ver en apuros cuando la marea arrastra o el oleaje es tan poderoso que es imposible controlar tu cuerpo, el cansancio llega pronto y lo único que queda es esperar a ser rescatado o morir ahogado. H