Han pasado dos años desde que Alberto Fabra se convirtió en presidente de la Generalitat. Han sido meses intensos, de mucho trabajo, en los que ha tenido que defender a la Comunitat con uñas y dientes, meses en los que ha demostrado su talla política y su capacidad para sacarnos adelante.

Algunos se han encargado de desprestigiarle, le han puesto palos en las ruedas para que no avanzara e, incluso, algunos, hubieran preferido perjudicar a la Comunitat antes que ayudar a Alberto. Pero nuestro President lo ha tenido claro desde el primer momento: lo primero, los valencianos, por difícil que se lo pongan. Él ha venido a cumplir un compromiso y se está dejando la piel para conseguirlo.

Su prioridad ha sido el equilibrio presupuestario, consolidar una nueva Administración y la creación de empleo. Y todo ello con una premisa transversal: garantizar la atención en la sanidad, la educación y los servicios sociales. Solo en 2012 se consiguió ahorrar más de 2.000 millones reduciendo nuestro déficit del 5 a 3,5.

Hemos pasado de 10 a ocho consellerias. Y lo más importante, tanto en la economía como en el desempleo hay un cambio de tendencia. Este es el camino y este es el líder que necesita esta tierra. Me parece lícito que haya quienes no quieran ayudar, ¡pero que no entorpezcan, hombre…! Son peor que el perro del hortelano: ni hacen, ni dejan hacer. H

*Directora general de

Innovación, Ordenación y

Política Lingüística