Los macroeventos musicales, según las estimaciones de los organizadores, deben dejar un impacto económico de 62 millones de euros en la provincia. Se espera que 120.000 personas participen de las ofertas en Benicàssim y Burriana.

Atrás ha quedado el FIB. Parece que con notable asistencia de público, pero la repercusión bastante peor que la prevista en la hostelería y otros comercios de la ciudad. Acaba de arrancar con muchísima fuerza el Arenal Sound y el lunes será tiempo de hacer balance, mientras que este mismo mes Benicàssim hará el típico doblete con el Rototom.

Detrás de estos festivales hay muchas horas de dedicación y unas empresas que se juegan su dinero en buena lid, aunque siempre pidiendo el apoyo de las administraciones, que no debe llegar en forma de subvenciones sino mediante otras facilidades que no se cuentan en billetes pero significan mucho más.

No obstante, hoy queremos elogiar aquí la cara de estos grandes eventos que casi nunca se resalta pero tiene una gran importancia. La labor de los voluntarios, las fuerzas de seguridad --Policías Locales y Guardia Civil--, Cruz Roja y otras asistencias sanitarias, brigadas de obras de los ayuntamientos, servicios de limpieza... Ellos hacen una labor sorda y muy efectiva para que los demás se diviertan.