El president Fabra nos ha avergonzado al decir “si hace falta acostarme con Montoro para mejorar la financiación, lo haré”. Si es una broma, es de mal gusto porque esta Comunitat quebrada no está para bromas indignas. Al Sr. Montoro, distante de Fabra por sus muchos incumplimientos económicos, tampoco debe haberle hecho mucha gracia y en nada nos ayudará.

La frase de Fabra denota dos cosas: Que no sabe qué hacer para negociar con Rajoy ante el que nada consigue, y que sabe que le ven como un presidente calzonazos (la RAE lo define como hombre de carácter débil y condescendiente) ante Rajoy. Hemos visto a Fabra bajarse los pantalones varias veces (según la RAE eso es ceder en condiciones poco honrosas). Se los bajó cuando prometió presentar enmiendas a los peores presupuestos para esta comunidad reclamando 144 millones en inversiones y no le dejaron presentarlas (otras comunidades lograron aprobarlas). Nos quedamos solo con el 6% de las inversiones cuando representamos el 10% de España. Rajoy podía habernos compensado con las inversiones el maltrato en la financiación ordinaria y nos machacó, con los votos del PP valenciano y con el silencio de Fabra.

Fabra se ha bajado los pantalones tres veces al votar en el Congreso en contra de una mejora de la financiación valenciana como habíamos propuesto los socialistas por medio de nuestro secretario general Ximo Puig.

Fabra se bajó los pantalones la pasada semana al retirar del orden del día del Congreso la cláusula del estatuto que nos aseguraba recibir un porcentaje de inversiones del estado similar al porcentaje de población valenciana. Otras comunidades tiene cláusulas similares, pero Fabra no consiguió que Rajoy la apoyara y optó por retirar el punto in extremis.

No podemos recibir mil millones menos que la media cuando además somos mas pobres (el PP ha conseguido que la renta per cápita valenciana sea solo el 88% de la española). Tendríamos que recibir del estado y sin embargo aportamos una barbaridad gracias al conocido modelo Zaplana del que tan orgulloso se siente Aznar en sus memorias. Ante la presión social, la que hacemos desde el PSPV, la que hacen los empresarios, Fabra no ha tenido mas remedio que improvisar una ocurrencia: “si hace falta acostarme con Montoro…” No hay que acostarse con Montoro. Hay que dejar de ser calzonazos y defender en Madrid con la voz y con los votos la mejora de la financiación, las inversiones que merecemos y la deuda histórica de 13.500 millones sin la cual esta Comunitat no tiene remedio financiero. H

*Portavoz adjunto del PSPV en les Corts