Iniciar y, sobre todo, mantener un negocio de cara al público, siempre me ha parecido más complicado que cualquier otra tarea.

Con las redes sociales puedes mantener contacto con varios clientes a la vez, o con todos al mismo tiempo, en pijama y tomándote una taza de cacao calentito. De cara al público no. Las mujeres comentarán tu corte de pelo, el esmalte de tus uñas y si la manicura es francesa o de Logroño, por decir algo. Los hombres también se fijaran en lo mismo que las mujeres, y en otras cosas, pero no dirán nada. Pero la dependienta sabe que, si agrada, y por añadidura el producto es bueno y el precio razonable, la fidelización está prácticamente asegurada. O sea que volverá.

Pero ¿qué sucede cuando la variedad de la oferta es reducida y la misma que en otros establecimientos próximos? Ahí es donde la toma de decisiones es fundamental. No puedes diversificar de cualquier modo. Tienes que analizar qué aspectos de tu sector mantendrían a tus parroquianos, además de atraer a otros nuevos clientes.

Y esa renovación la he visto tomar forma en Café.net de Moncofa, que ha sabido incrementar su oferta de una forma pausada, pero radical, si se le puede llamar a sí. Se la iba a contar desde estas páginas, pero no sería lo mismo. Lo mejor es que lo comprueben. H

*Periodista