Querido lector:

A Serafín Castellano, a la sazón conseller de Gobernación y secretario general del PPCV, al final tendremos que nombrarlo persona non grata para Castellón. No es que el resto de consellers de Alberto Fabra se estén matando a trabajar por esta provincia, que consideran desde la Valencia central como una periferia doméstica, pero como es la provincia del jefe o al menos lo ha sido,

aún siguen guardando las formas dentro de la miseria económica de las arcas públicas valencianas.

Pero Castellano ni eso. Castellano además de no invertir ni un euro en Castellón, debe pensar que pa chulo yo porque además hace que la Diputación y los ayuntamientos le hagan de banco, es decir, le financien los servicios que él debe pagar. El caso de los bomberos, por ejemplo, es sangrante. Si por este conseller fuera llevarían sin cobrar todo el 2012 y todo lo que llevamos de

2013. Y como eso no puede sostenerse, tiene que ser la Diputación provincial quien lo haga con recursos propios, es decir, con dinero que de esta forma no destina a otras cuestiones con lo que se produce un efecto doblemente dañino.

Castellano lo hace también en Valencia con la Diputación de Rus, pero allí el cantar es diferente debido a la conocida y reconocida pelea interna que ambos libran constantemente por el control de su partido y por sus pésimas relaciones políticas y personales. Y no tiene que ver con el caso de Castellón, provincia a la que también está fastidiando con la retención de los fondos que Bancaja debe traspasar a la Fundación Caja Castellón, obligando a esta institución a malabarismos financieros en su faceta de atención social, como hemos denunciado en reiteradas

ocasiones en Mediterráneo.

Y no quiero entrar en sus competencias con la policía autonómica en Castellón y sus comisarías comarcales o con planes de seguridad sobre incendios o inundaciones en la provincia porque sería para llorar.

Así que propongo que mientras no pague lo que debe, no le dejemos pasar de Almenara, no nos vaya a quitar la cartera de nuevo para blandir senyeras en fallas y filaes.