En el mes de octubre de 1899, hace 114 años, a Manuel Hernández se le concedió licencia para instalar un quiosco de prensa en la calle González Chermá. Fue uno de los primeros establecimientos de esas características de la ciudad y su emplazamiento, junto als Quatre Cantons, había de perdurar durante muchos años.

En aquellos lugares la prensa se hacía visible y accesible, y el negocio editorial ya no dependía únicamente de los suscriptores que habitualmente los recibían en sus casas por correo o mediante reparto domiciliario. Dos años después, en la esquina de la plaza de la Paz con la entonces calle de Castelar, hoy Gasset, se ubicó un nuevo quiosco de prensa. Pero no fueron los únicos porque, aquel tipo de construcciones se hicieron habituales en el paisaje urbano, y su puesta en marcha, en la mayor parte de los casos, estuvo destinada a la venta de refrescos y bebidas. Como el que en junio de 1913 se abrió en el Paseo del Obelisco, un lugar que unos meses antes había estrenado alumbrado público e inaugurado el estanque.

Con el paso del tiempo hemos asistido a la paulatina desaparición de los destinados a la venta de prensa. A los conocidos como quioscos de refrescos, dos construcciones recientes en el centro de la ciudad, levantadas al estilo de otra época, los siguen recordando. H

*Historiadora