El alcalde de Castellón nos quiere vender una moto. Dice que es como la de Pedrosa o Lorenzo, pero después de verla de cerca, más parece una

Mobylette vieja, sin frenos y con el depósito de gasolina vacío. Yo ya les digo que no pienso comprársela.

Apareció el señor Alfonso Bataller en esas ruedas de prensa grandilocuentes en las que maquilla su falta de gestión con una gran dosis de propaganda y anunció que “congelará o bajará” los principales impuestos y tasas municipales. Vendió esa moto y algunos se la compraron. Ya les digo que yo no.

Los socialistas de Castellón sabemos que lo que cuenta Bataller no es así. El alcalde se ha sacado de la chistera lo del descenso de impuestos para el 2014 (un año antes de las elecciones) y quiere que le compremos la Kawasaki o la Honda. Pero resulta que los tributos no bajan, sino que suben, para la mayoría de los castellonenses. Únicamente habrá que coger los recibos pagados en el 2013 con los que nos vengan en 2014. La engañifa de Bataller tiene las patas muy cortas.

Alfonso Bataller se presenta ante Castellón con la falsa promesa de que baja los impuestos, después de dos años en los que nos ha martirizado con subidas espectaculares. Entre lo que ha aumentado el Ayuntamiento por su cuenta y las subidas impuestas por Mariano Rajoy la presión fiscal se ha elevado de forma desproporcionada. Sinceramente, la Mobylette que se la quede él. H

*Portavoz socialista en el Ayuntamiento de Castellón