Hace apenas dos semanas, los medios de comunicación dieron cumplida información de la convención política que el PSOE organizó con el objetivo de relanzar su proyecto político. Decía Rubalcaba: “somos el Partido Socialista, que ha vuelto”, “tenemos un proyecto para España, para Europa y para salir de la crisis”. La verdad es que es sorprendente e increíble. Lo dice el que, apenas hace dos años, era responsable directo junto a Rodríguez Zapatero de dejar a España al borde del abismo. Al borde de la intervención económica por las instituciones europeas y poniendo en serio riesgo la estabilidad económica de la Unión Europea por la irresponsabilidad de su gobierno. ¿Cómo se puede creer al PSOE que ahora dice tener la solución para sacar a España de la crisis? Lo dice con la impunidad del que ha perdido la memoria y no recuerda que formó parte del equipo que tomó un Gobierno con dos millones de parados y lo abandonó dejando una herencia de cinco millones de desempleados.

También es sorprendente el radicalismo del PSOE en esta nueva etapa. Un giro con planteamientos de izquierda, abandonando de forma decidida el centro. Decía Rubalcaba “queremos que las organizaciones religiosas se autofinancien y por eso vamos a denunciar el Concordato con la Santa Sede”. Y me pregunto yo ¿por qué no lo han hecho durante los más de 20 años que han gobernado en España? También fue curiosa la defensa a ultranza de la educación y la sanidad pública, sobre todo cuando en primera fila Elena Valenciano, número dos del PSOE, había sido dada de alta hospitalaria, días antes, de un centro privado, tras haber sido tratada de una enfermedad relativamente común.

Pero una de las grandes apuestas de la convención fueron las primarias, como ejemplo de democracia interna. Habría que recordarle al Sr. Rubalcaba el episodio, también olvidado por ellos, de las primarias que ganó Josep Borrell para encabezar la candidatura al Gobierno de España y en un claro ejemplo de “democracia interna”, presentaron a Joaquín Almunia. ¿Se refería a esta democracia? Este es el doble lenguaje a que nos tienen acostumbrados en el PSOE y en el PSPV. Ximo Puig está criticando de forma insistente el ERE de RTVV y no menciona en ningún momento el que ejecutó el PSOE en RTVE con el despido de más de 4.000 trabajadores en el año 2007. Tampoco recuerda el Sr. Puig cuando era jefe de Gabinete del Joan Lerma y todos los días recibía un fax de Canal 9 y él mismo elegía las noticias que debían darse en el informativo, según denunciaba un histórico del nacionalismo valenciano como Pere Mayor. H

*Coordinador general PPCS