Querido lector:

El varapalo del Gobierno a la Generalitat valenciana en su pretensión de cambiar el modelo de financiación autonómica por la discriminación que supone para los valencianos ser los ciudadanos españoles que menos reciben del reparto debe tener una respuesta contundente por parte de Alberto Fabra.

Se trata del principal objetivo estratégico del presidente del Consell para esta legislatura y el Gobierno central de Rajoy se lo ha negado sistemáticamente. Y sin paños calientes ya conforme se acerca el final de la legislatura. Primero con chulería, prepotencia y avasallamiento por parte del secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, y en segundo lugar esta misma semana por parte del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, descartándolo totalmente con el argumento de que hay que aplazar ese debate porque no es el momento oportuno porque hay que evitar “agravios y enfrentamientos entre autonomías y entre las comunidades y el Gobierno de España”, según sus propias palabras.

Y lo que es peor, sin el reivindicado fondo de compensación de 1.000 millones de euros para cubrir el coste de los servicios básicos en educación, sanidad y políticas sociales que la Generalitat no puede pagar y con la orden directa al conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, de que para lograr el equilibrio y conseguir el objetivo de déficit su obligación es recortar más.

Ante esta tesitura, al presidente Alberto Fabra ya no le vale intentar negociar ni elevar quejas por discriminación. Y debe comunicar a la sociedad valenciana de forma inmediata cuál va a ser su estrategia.

Puede declarar la insumisión. Puede votar de forma negativa rompiendo la disciplina de voto de las comunidades gobernadas por el PP. O puede contemporizar con la posibilidad de un futurible fondo de nivelación, que ya nadie se creería.

Mañana lunes en Castellón tiene la oportunidad de dar una respuesta clara frente a los empresarios de la Comunitat, que le van a exigir contundencia y acción política. Se la juega él y nos la jugamos todos.