El parque Ribalta de Castellón ha vuelto a ser noticia por la sentencia del TS que inadmite el recurso que la Generalitat presentó contra la anulación del proyecto de acondicionamiento del paseo de coches del parque, y que es fruto de la deslealtad de los socialistas con la ciudad, ya que fue el PSOE el que acudió a los tribunales para impedir una de las obras más emblemáticas del programa electoral del Partido Popular, y de la que hoy disfrutan con satisfacción y orgullo los castellonenses.

Cada día, centenares de castellonenses pasean por este renovado espacio del parque, convertido en hermoso y atractivo enlace este-oeste de la ciudad que ha revitalizado una zona, antes deprimida, como fue la estación de ferrocarril.

Al PSOE de Castellón le molestan las mejoras que ponemos a disposición de los ciudadanos y que estos aceptan y disfrutan. En su afán de dificultar los proyectos de gobierno del Partido Popular, no dudan en judicializar la política municipal, con la esperanza de frenarlos y evitar que hagamos realidad aquello que hemos programado para bienestar de los castellonenses y que fue avalado con su voto.

Hoy, nadie aceptaría que el paseo de coches del Ribalta, tal y como está configurado y es utilizado por todos desde hace casi cuatro años, perdiera esa identidad para volver a ser un penoso y polvoriento espacio de difícil accesibilidad, convertido en barrizal tras las lluvias. Nadie entendería perder un espacio urbano, remodelado, nuevo y moderno que ha mejorado y puesto en valor nuestro querido parque.

Los intentos de la oposición por confundir a la ciudadanía relacionando esta decisión judicial con el paso del TRAM por el Ribalta son manifiestos, pues los tribunales no han prohibido el paso del vehículo, sino que se refieren solo a la obra de acondicionamiento de dicho espacio. La deslealtad de los socialistas es tal que, ellos mismos, en el programa electoral de 2007, con Calles a la cabeza y Domingo coordinando la campaña, llevaban como proyecto por el mismo trazado, por el mismo paseo de coches del Ribalta, con raíles y catenarias, el paso de un tranvía desde la UJI hasta el Grao. En consecuencia, tienen la obligación de explicar por qué el trazado del TRAM por el Ribalta era válido si lo proponía el PSPV y no lo es si lo ejecuta el PP. En su programa aparecía marcado ese trazado con una recta línea roja: la línea roja socialista de la incoherencia, de la deslealtad, de la irresponsabilidad y del cinismo. H

*Portavoz del grupo municipal del PP en Castellón