Lo que se inició como una costumbre importada de los EEUU tomó arraigo en Europa de tal forma y manera que lo que se consideró, en un principio, como una herramienta meramente identificativa a nivel publicitario, hoy es, sin duda, el sello de la corporación. Tanto es así que la nueva presidenta de una entidad bancaria añadió a su traje de chaqueta de riguroso luto una pashmina, del color de la entidad, en el funeral de su padre. Toda ocasión es buena para promocionar, con toda la noble intención, la entidad que ahora preside, y en cierto modo, rendir homenaje a su difunto padre.

Poco después, el presidente de otro grupo comercial líder en nuestro país falleció y, en este caso, lo que comenzó siendo una modesta tienda, se convirtió, gracias a la puesta en práctica de una nueva forma de vender, en una amplia red de centros comerciales a lo largo y ancho de la península ibérica, incluidas Lisboa y Oporto. En este caso el color corporativo es el verde prado sobre blanco y la marca escrita con caligrafía de párvulo.

Unicef tiene también su color corporativo, el azul cielo símbolo de pureza y magnificencia, en el fondo, y sus letras y logo en blanco representando la inocencia de los niños a los que intenta proteger. Son los colores corporativos. H

*Secretaria provincial de Derechos Civiles del PSPV-PSOE de Castellón