En menos de cuatro años los castellonenses han podido comprobar que Alfonso Bataller es el mejor alcalde que puede tener nuestra ciudad. Frente a su gestión y a su proyecto de ciudad, serio y riguroso, solo hay ocurrencias sin sentido e inconsistentes como las de Amparo Marco, Enric Nomdedéu, Carmen Carreras o cualesquiera de los partidos que ahora se erigen en salvadores de la patria desde el populismo, la demagogia y las fórmulas comunistas más retrógadas.

Durante todo este tiempo, Bataller ha demostrado, y así le es reconocido por los ciudadanos a los que con naturalidad saluda en la calle cada día, su honestidad y honradez, su cercanía, su constante capacidad de trabajo para solucionar los problemas, su eficaz y acertada gestión al frente del equipo de gobierno y su transparencia política. Bataller ha generado confianza en el futuro para una ciudadanía que había perdido la ilusión como consecuencia de la crisis en la que nos hundieron las políticas socialistas.

Esa confianza no es casual. La genera la percepción del inicio de la recuperación económica, la disminución del paro, el aumento de afiliaciones a la Seguridad Social, la mayor creación de empresas. Y todo ello se produce porque los gobiernos del Partido Popular, en las distintas administraciones, han adoptado las medidas apropiadas en la buena dirección.

Ese trabajo bien hecho que los castellonenses valoran porque está cerrando una etapa económica triste y oscura, ese trabajo que ha supuesto una apertura a la mejora de aquella situación económica adversa, ese trabajo llevado a cabo mediante la correcta y eficiente gestión de los recursos municipales, es constantemente denostado, descalificado y negado por Marco (PSOE), Nomdedéu (Bloc-Compromís) y Carreras (EU).

Asombra especialmente que la portavoz socialista Marco se arrogue valores como la ética y la transparencia habiendo sido durante estos cuatro años la líder del despropósito, el oscurantismo y las artes torticeras en el seno de un grupo municipal socialista quebrado por ella desde el inicio mismo del mandato. Mientras el equipo del PP trabajamos por Castellón y los castellonenses, la política municipal conocida de Amparo Marco ha sido la de arrojar descalificativos y acusaciones de despilfarro y corrupción a un Alcalde, con ánimo de desprestigiarlo como hizo -y le salió ahí bien- con Calles. Con Bataller fracasó y aún le debe una disculpa. Sabemos que nunca llegará. H

*Portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento de Castellón