El pasado 28 de noviembre se publicó en el BOE la nueva ley del impuesto sobre sociedades, cuya aplicación supone una amenaza para la inmensa mayoría asociaciones y clubes deportivos.

Con esta modificación del impuesto, el poder legislativo atiza otro golpe a las entidades pequeñas y sin ánimo de lucro. De acuerdo con la ley anterior, el 95% de los clubes no estaban obligados a presentar el impuesto porque su presupuesto no llega a los 100.000 euros, pero con la nueva ley, que entró en vigor a partir del pasado 1 de enero de 2015, todas las entidades sin ánimo de lucro, incluidas las entidades deportivas, estarán obligadas a presentarlo, con sanciones a partir de 200 euros para aquellas que no lo hagan.

Esta no es la primera vez que el Gobierno quiere a aplicar estos cambios en la normativa. Ya se intentó en el 2003, pero la presión ejercida echó atrás aquella primera tentativa. Ahora vuelven a levantar la voz para conseguir que estos cambios no atenten contra la ya delicada situación de las entidades del país. Cambios que supondrán un aumento de gastos administrativos, fiscales y burocráticos para muchas asociaciones de la provincia.

Por eso, una rectificación desde el Ministerio de Hacienda sería ahora conveniente.