Castellón parece dispuesto a apostar de lleno por el turismo como uno de los motores más dinámicos de su economía. O quizá no sea una apuesta, sino las circunstancias y un territorio privilegiado que están llevando a la provincia hacia un futuro todavía incierto, pero de una potencialidad mayúscula.

El conseller de Turismo, Máximo Buch, asegura que en tres años, nuestra provincia puede llegar a triplicar el número de visitantes extranjeros; una proyección basada en los últimos datos de crecimiento que ya se elevan hasta el 20%. De hecho, la costa castellonense es la que registra unas mejores cifras relativas de toda la Comunitat Valenciana y buena parte de España. Además, los empresarios castellonenses esperan que la campaña de verano que comenzará dentro de unas semanas será la mejor en años y con unas previsiones de contratación más que esperanzadoras.

Sin embargo, hay un detalle sobre el que merece la pena reflexionar: la promoción exterior. Este es el momento para que no solo las administraciones, sino también las empresas del sector, demuestren que realmente creen en el futuro del turismo e inviertan en dar a conocer la provincia. Además, con la llave del aeropuerto en la mano.