Querido lector:

Ciudadanos en la provincia de Castellón ahora mismo es una jaula de grillos por muchas razones. No posee una estructura clara de gobierno provincial, ni tampoco municipal en las diferentes localidades donde presentaron candidaturas en las pasadas elecciones del 24-M. Y consecuentemente no posee órganos de control y coordinación, ni tampoco experiencia política de gestión como partido, ni individual entre la gran mayoría de sus integrantes, apabullantemente bisoños en política, salvo algunas excepciones.

Estas circunstancias, unidas a otras, han provocado su primera crisis interna con tan solo tres meses de andadura como partido con representación municipal y provincial en Castellón y a tan solo otros tres de las próximas elecciones generales. Y esto, claro está, ha alertado a su dirección nacional.

No obstante estas razones lógicas, fruto de la precipitación con la que se tuvo que articular para participar en las pasadas elecciones y poder recoger el caudal de voto descontento que no miraba caras sino siglas, no es lo peor que le ocurre a Ciudadanos ahora mismo. Existen factores que agravan su crisis aún más.

El principal, el perfil de bastantes de sus improvisados integrantes que han entrado en política aprovechando la coyuntura con intereses que van más allá de la política y que, en función de los resultados, no participan de los beneficios de ella. Es decir, sueldo, cargos, asesorías, influencia... Y más allá de afiliados con antecedentes problemáticos, el siguiente factor cancerígeno que afecta a esta formación es la corrosiva y continuada crítica interna, aireada públicamente con filtraciones e intoxicaciones, a fin de desprestigiarse entre sí o dificultar el trabajo del contrario en afanes individuales de poder orgánico e institucional. Y eso que no sobrepasan los dos centenares de afiliados y solo han tenido una tanda de primarias para la elección de sus candidatos a las próximas generales. Su verdadera prueba de fuego... tanto para comprobar si el caudal sigue existiendo como para discernir sobre su unidad interna. Lo veremos.