En un momento de confrontación social a escala global, con los atentados de París todavía sacudiéndonos el alma por esa barbarie sin sentido que nos deja porqués para los que no tenemos respuesta, desde nuestra Administración local, con los escasos medios que tenemos a nuestro alcance, solo nos queda luchar contra la intolerancia con la mejor arma del pacifismo: la educación.

Por ello, el Ayuntamiento de Almassora demostrará su compromiso con el pilar básico de la sociedad registrando las solicitudes para las ayudas a los libros de texto, a partir del 1 de diciembre y multiplicando esfuerzos para que ninguna familia se quede sin esa subvención que forma parte de la Xarxa Llibres. No es una declaración de intenciones, es un proyecto de la Generalitat que suscribimos desde el primer momento, reservando una partida inicial de 80.000 euros que aliviará a las familias ese esfuerzo de cada nuevo curso para dar a sus hijos la mejor educación posible.

Cuesta creer que la Diputación provincial de Castellón, con un presupuesto infinitamente mayor que el de nuestros consistorios, haya ido dando bandazos durante meses sin confirmar su adhesión a la causa desde el minuto cero. Ahora sí, ahora no. ¿Es que hay algún proyecto más noble o prioritario que facilitar la educación para crear una sociedad futura más justa y libre? Para este equipo de gobierno, no. Desde luego. H

*Primera teniente de alcalde de Almassora